sábado, 28 de julio de 2012

El arte y lo social


 Haciendo un excepción  ( ya que en estas entradas no deseo hablar desde un lugar autorreferencial )  me resulta útil ejemplificar parte de esta temática a través de mi experiencia.
Desde que comencé a encontrar en la música la mejor herramienta para expresar lo que siento y pienso, es decir, desde el preciso momento en que me zambullí en este magnífico universo, tuve la intención de hallar no sólo un camino individual - ya que el crecimiento y desarrollo en el canto ha sido y es un permanente esfuerzo personal- sino completar esa formación con algo que abarcara en la medida de lo posible algo más allá de dichas fronteras.
No fue tarea sencilla decidir que el eje primordial de mi vida profesional pasaría exclusivamente por la música, no por dudar de una vocación que como ya he comentado en este blog se imponía sin miramientos. Es frecuente escuchar frases como: "...te dedicas a la música, qué bueno, y de qué vives?" o bien "...el arte es algo tan inestable e inseguro, tendrías que hacer primero una carrera universitaria y luego cantar", por mencionar un par de lugares comunes ya que abundan  pareceres semejantes; tenía que pelear contra molinos de viento...
Sumado a todos estos preconceptos, en ese tiempo de verdaderas batallas interiores, me preguntaba qué hacer con la parte altruista que estaba muy presente en la manera de encarar la vida. Gran dilema. Hasta que una voz sabia y amiga me dijo: el arte también es un servicio social.
Ese puñado de palabras resultó la clave de todo lo que llegó después y les aseguro que allí terminaron las dudas y los miedos. 

Hasta aquí lo personal; ahora abro el debate hacia otro lugar ¿debe ser de esta manera ?  Creo conveniente diferenciar lo siguiente: la obra en sí posee una vida independiente a la de su creador; por ello algo perteneciente al  S. XVII tendrá tales o cuales características que lo ubican y definen dentro del período de su época y relata o describe un momento social determinado. El arte acciona en este caso como un elemento indispnesable para "leer" parte de la historia. He aquí una función social, digamos, involuntaria. 
Luego podemos dirigir nuestro quehacer artístico hacia una línea ideológica determinada. Y también, aunque el producto en sí mismo no haya sido creado con dicho enfoque, por decisión del artista puede cumplir esa función. Por ejemplo, no es necesario cantar una canción cuya temática constituya propiamente una denuncia social pero se puede estar presente, cantando -o donando un cuadro-  en pro de alguna causa social.



Para concluír y como siempre, dejando abierto el espacio para la discusión y la reflexión, pienso que una obra recorre libremente su camino y por ello será disfrutada por los demás, de esta manera cumplirá una  función social indiscutible.
Eso sí: ya que me he tomado la licencia de comenzar esta entrada desde una experiencia propia, para ser honesta debo aclarar que he decidido, a través de la música, acompañar aquellos movimientos sociales que comprometan mi voz y mi cantar...


7 comentarios:

  1. Querida Silvina:
    agradezco tus comentarios sinceros y profundos.Este tema de la función social a mi me preocupa y tengo una amiga que me dijo: Ceci, tu trabajo social es cantar, componer, eso es tu aporte para esta mundo tan complicado, violento pero tambien lleno de esperanzas.
    Aun no estoy del todo convencida de esto...seguiremos reflexionando
    les mando mi amor desde Argentina

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  2. Es cierto, querida Ceci...es una manera genuina y muy auténtica: dar lo mejor que podemos sacar de nosotros mismos a través de la música, en nuestro caso. Y tus canciones son fiel ejemplo de ello! Muchísimas gracias por participar en este espacio, te abrazo desde aquí hasta allá!

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  3. Y si, creo que de nuevo se trata de la lealtad en el hacer.
    Si te conmueve lo que hacés, es bastante probable que puedas conmover a la gente, y esa reacción emocional/espiritual/intelectual genera movimiento.
    Una chance para re-pensar(se), re-sentir(se). Una posibilidad de apertura.
    Hermoso tu blog, Silvina!! Abrazos.

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    1. Gracias por enriquecernos con tus palabras, Duna; menuda tarea - la más válida- llegar al espíritu de los otros!
      Lo bueno es cuando esta apertura sucede sin que el artista se lo haya planteado "a priori". Por eso subrayo lo que decís al principio: ser honesto con uno mismo.
      Por cierto, qué ganas de ver tu obra en directo!!!!
      Besos y abrazos.

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    2. vengan unos días a Berlin antes de que haga frío!! les va a encantar!!!
      besote.

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  4. Tan solo un par de apuntes a éstas reflrexiones tan interesantes.
    La música como elemento cultural, como espectáculo de masas, como producto comercial, como lo que querais, y un sinfín de etcéteras...nunca podríamos despojárla de su función meramente lúdica. Y aquí está la clave del meollo ¿función social? ¿y qué más función social necesitas que la expansión del alma y del espíritu humanos?. Desde la prehistoria, ya exinten grabados con imágenes del hombre y la mujer bailando, en danza, para los fines que queramos imaginar.

    -"Lejos de ser un medio para desgastar la energía sobrante, como han especulado teorías anteriores, el arte en los albores de la cultura humana era una pieza clave para la pervivencia, el medio para agudizar las facultades esenciales necesarias para la lucha por la existencia. En mi opinión, el arte es aún una pieza clave para la supervivencia". Herbert Read ( historiador de arte )Icon and Idea, London, Faber & Faber, 1955.

    En cuanto a lo de "estudiar primero una carrera y luego ponerse a cantar"... pues, qué quieres que te diga (a mi me da la risa floja)...¿ qué carrera exactamente ? ¿ me garantizaría eso la existencia de una vida más plena ?. Pero la pregunta que yo me hice en su día, sin que nadie venga a ratificarme que la música es una función social es: ¿ Qué quieres hacer realmente con tu vida ?...No creo que tengamos que justificar nuestra actividad ante nadie, pero también es bién cierto (y algunos se les olvida eso) que tal y como señaló G. H. Hardy: "la música puede utilizarse para estimular la emoción de las masas, pero las matemáticas no".

    Un placer compartir con ustedes. Un beso fuerte Silvina.

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    1. Qué bueno todo esto que nos aportas querido amigo!
      Es cierto que no hay por qué justificarse por las elecciones personales en cuanto a lo que, sin lugar a dudas, maracará una dirección en tu vida. Hablé de ello porque en el momento al que me refiero, sólo tenía 18 añitos y podrás imaginarte cuántas preguntas se abren a esa edad, cuando apenas te asomas al mundo...
      Sí, sí: la música es un bellísimo juego y las manifestaciones artísticas están presentes en la historia de la humanidad desde el principio. Vamos por más, que esto no se acaba mientras sigamos rodando.
      Un par de besos pa'ti!

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